Doce estrellas
Hermosa patria mía, tan flagelada,
de sangre y lágrimas llena están tu tierras,
por bárbaros otra vez reconquistada,
los mismos que perdieron las dos guerras.
Aunque en la Eterna Ciudad nació una Unión
y unos objetivos claros se plasmaron,
los Paises que apretar nos hacen el cinturón
tu identidad en pocos días quemaron.
Itálicos, hispánicos, lusitanos,
griegos y quien más tenga el valor,
hay que cantarle claro a lo germanos
que el crecimiento no sale del dolor.
Ningún terreno jamás ha prosperado
en un lugar en el cual ya nunca llueve,
teniendo el grifo siempre bien cerrado
y preguntando porque nada se mueve.
Sí agua le darás a tus cultivos
trasvasando los ríos de tu montañas
a los demás permitirás de seguir vivos
y todos celebrarán tus hazañas.
Una rueda es la vida de los humanos
donde la suerte de cada uno va girando
para ayudarnos entre todos nos juntamos
y no para que uno gane y vaya mandando.